Este proyecto consiste en la reforma de los dos jardines de infancia, uno para bebés y otro para niños, de la guardería La Milagrosa, en Dos Hermanas (Sevilla). Ambos jardines de infancia son independientes y requerían soluciones distintas: El nuevo jardín para bebés se realizó mediante un suelo drenante de caucho continuo, y para el de los niños se utilizó albero estabilizado.

El jardín para bebés preexistente era de baldosas de caucho negro, dispuestas sobre una losa de hormigón. Presentaba algunos problemas: Era muy pequeño y se encontraba en una parte muy sombría; el agua de lluvia no se drenaba adecuadamente debido a la impermeabilidad de la losa de hormigón subyacente, por lo que después de cada lluvia se debía esperar unos días para que los niños pudiesen salir al patio; las baldosas de caucho negras no eran muy apropiadas desde un punto de vista estético, para este tipo de espacios infantiles.

Para el nuevo jardín, de mayor superficie, se ejecuta previamente una base drenante de encachado de bolos y una losa de hormigón poroso. Posteriormente se instaló el caucho continuo, que tiene un mejor aspecto visual que las baldosas y las terminaciones son más limpias. Una decisión de proyecto fue realizar el patio en un plano completamente horizontal, asemejando el espacio a una sala, más que a un patio exterior.

Para el patio de albero de los niños la idea fue diferente. Por un lado, el acceso al patio era algo tortuoso ya que había que bajar por una escalera un poco peligrosa para los niños o bien tomar unas rampas de bastante recorrido. Además, el patio presentaba problemas a la hora de evacuar las aguas de lluvia. Se formaban charcos y con las fuertes lluvias el agua llegaba a sobrepasar el acerado.

Tras debatir las distintas propuestas con la dirección de la escuela, se decidió modificar la topografía del terreno para adaptarla a las rampas y el nivel superior, de forma que podían eliminarse la escalera y las barandillas de las rampas, simplificando mucho más el espacio y los recorridos. Desde el punto de vista educativo pensamos que mientras para los bebes de hasta un año lo más importante es la seguridad, para los niños de 2 y 3 años, sería importante que tuviesen algo de contacto con la naturaleza, por eso creemos que un patio de un material tan natural como el albero y una topografía algo menos artificial podía ayudar a desarrollar una percepción más completa del mundo en el aprendizaje del niño.

La reforma de jardines de infancia incluía otros trabajos complementarios, como la ejecución de un nuevo sistema de canalización de aguas y otras obras de albañilería.